La domótica ya es parte del pasado
Siempre estuvo asociada a la idea de la “casa inteligente del futuro”. Poco a poco se instaló entre nosotros y maduró a tal extremo que las primeras casas domotizadas ya son parte del pasado.

Un poco de historia
A comienzos de la década de 1990 comienzan a diseñarse los primeros sistemas para integrar los distintos componentes eléctricos de un hogar. Éstos estaban orientados exclusivamente a hogares del segmento socioeconómico AB por su altísimo costo y aún así, consistían en sistemas básicos con poca cantidad de controles y, eventualmente disponían de comunicación vía telefónica. En todos los casos se trataba de sistemas diseñados a medida con altos costos de instalación y mantenimiento. A estos precursores, más tarde, se los denominaría “Domótica 1G” o domótica de primera generación.
Hacia fines de esa década, y de la mano de empresas líderes en el desarrollo de electrónica de control, estos conceptos comenzaron a tomar forma de productos enlatados (no diseñados a medida) consistentes en sistemas más avanzados, pero más rígidos a la vez, de control de luces, aberturas y riego. Esta domótica de segunda generación, se caracterizó por contar con software dedicado y dependencia absoluta de periféricos tal como controles remotos o pantallas propietarias de alto costo. La instalación y configuración de estos sistemas aún siguió siendo compleja y onerosa, y si bien en países de norte américa y europa estos productos lograron una pequeña penetración en el segmento socioeconómico ABC1, en los países de sudamérica continuaron siendo productos prohibidos para la clase media.